Los sonidos de la madre naturaleza son excelentes para reducir el estrés. El problema es que cada vez resulta más difícil encontrar lugares silencioso y tranquilos donde no haya ningún ruido ocasionado por el hombre. Pruebe esto: cuando vaya de día de campo, lleve una grabadora y hagase usted mismo una "postal auditiva". Grabe el sonido de los arroyos, el canto de las aves y el crujir de las hojas. Ya de regreso a su ajetreo cotidiano, utilice la cinta para disfrutar de periodos de relajación.
Desde luego, puede comprar cintas o audios en mp3 con sonidos grabados de la naturaleza en las tiendas de discos, pero es mucho más benéfico grabarlas personalmente, por que aprovechará para estar al aire libre, haciendo un poco de ejercicio y en contacto con la naturaleza que, dicho sea de paso, es también unas de las mejores estrategias antiestrés.
0 comentarios :
Publicar un comentario